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miércoles, 16 de marzo de 2011

De todas formas, todos estamos bien.




De situaciones absurdas e incluso contradictorias está llena la historia por cuanto a los comportamientos humanos se refiere. Y requieren éstas de cordura en cualquier caso pero que, por dar éste paso, a muchos liósele la cuerda cortando el problema de raso y de camino, perdiósele el sentido común, tan necesario en estos casos.

Tan absurdas situaciones como que, en estos tiempos de fríos y carnavales, saliendo a disfrutar por los bares, y para disfrutar de tapeos fumorísticos haya que salirse a la calle a pasar fríos o calores. Y unidos éstos a posibles ardores, mejor se queda uno en casa, para desgracia de cafeteros, taberneros y demás restauradores.

Y les digo son absurdas porque, aún siendo como lo soy más que ignorante en muchas cosas, muchísimas diría incluso, hay cosas en las que la razón me lleva a cabrearme viendo depende qué asuntos. Pues, en estos tiempos que corren, en los que viajamos por el espacio, navegamos por intenet, somos capaces de hablar en tiempo real desde Úbeda con Toronto (y no me hagan el tonto siguiendo con el chiste de entero), ¿me quieren ustedes decir que no existe método alguno que eficaz nos resulte para que, cuando me ponga y fume, al que tengo al lado no le disguste? Vamos hombre, no me digan, que esto no hay quien se lo meta en barriga o lo crea ni en mentira. Lo único que sí me alegra, que en broma me dijo un amigo el otro día, es el asunto de pasivos fumadores, por un lado (como me dijo el amigo) ya estaba bien de fumar de gorra, que paguen a partir de ahora y por el otro, ¿qué cuento se rebuscaran ahora esos tan intransigentes seres para seguir dando la lata a cuanto prójimo se le aproxime? ¿Serán los olores, los colores o las ropas? No sé, más seguro que algo inventan pues de no poder protestar por algo, si se aguantan, seguro revientan.

Y aun así nos lo cuentan y como en todo, nos fomentan verdades que no son ciertas y que hemos de creer aun quedando desiertas las razones que nos alegan. O como cuando uno dice “venga, que contigo al fin de mundo”, luego dice “es que no puedo, me hundo” y luego ves como, tras haberte convencido, se encuentra muy convencido en otro lado colaborando y haciendo lo que hasta ese momento, te decía iba a poder ir llegando.

Mentiras unas tras otras, metiras que asumimos y mentiras que al mentirnos, por educación o borreguismo, aceptamos como buenas aun sabiendo que de verdad no sólo no están llenas sino que en intento de engaño quedan apenas.

En fin, que hace mucho tiempo no me entretengo y ganas tenía de hacer algo, y como ya he terminado el letargo, comienzo un nuevo año, tardío y hablando de antaño, pero comienzo que es lo que importa, que ya terminó tiempo de máscaras, cupleses y bailoteos y que vienen otros tiempos de recogimiento al principio para unos por cansancio y por convicciones para otros. Tiempos que se tornan en alegría, jolgorio y fiesta, cristiana para los cristianos y con alegría, jolgorio y fiesta tan sólo para los que no lo son tanto. Que disfruten ustedes que yo haré lo que pueda.


Y estos dos, el músico y el actor, siguen siendo tan geniales.....