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sábado, 22 de agosto de 2009

Úbeda, ciudad de señoritos II




La verdad, no sé qué nos pasa, no sé qué pasa en el mundo, no sé qué pasa en España, no sé si darme más caña pues de seguir así, me hundo y, aun pareciendo lo que les cuento profundo, no crean he perdido rumbo, que más bien lo estoy encontrando y aún así, me sigo cabreando.

Que somos irresponsables, que somos despreocupados, que preferimos ir "pasados" eso sí, no "estar colgados" aunque sí algo colocados y pasar de los problemas que son temas que nos queman y del que no queremos saber, conocer, opinar o entender si, como hay muchos que dicen, "para el caso que nos hacen, mejor paso de que pasen, si total no nos consultan e incluso, creo, hasta nos insultan". Si es que esto lo que piensan, que somos los jóvenes, dicen los viejos y que es por culpa de los mayores, algunos muchos pensamos.



Y se preguntarán muchos de ustedes a qué esta retaila viene, ¿será que empieza de nuevo "Mira quién baila" o que hace tiempo no ve al Hombre Higiene? Pues nones, nada de eso, que si me estrujo el seso no es por "copones" sino por grande enfado.



Y es que ya les comenté en otro artículo que en ciudad de señoritos vivíamos y, cuanto más tiempo pasa, más se me demuestra y más incómodo me siento. Y no será que no lo intento, que grande interés y mucho pongo más fíjense, que les cuento, y no crean que les miento pero pasan ya más de ciento los cabreos que me pillo.



Ahora vamos a por los bares, con esas terrazas que montan, que tanta vida nos dan en verano y que buen dinero recaudan para quienes siguen metiendo la mano en los dineros autónomos, que somos quienes más pagamos. Se duplican las tarifas y se cercan los espacios, no crean que van despacio en estas cosas de rifas, que aquí sí se dan prisas y sacan un cartapacio que nuevos problemas conllevan. Que hay que dejar más libres las calles y más claras las aceras. Por si necesito sentarme, libre me dejen el banco que no yo quiero compartirlo con quien de una cerveza disfruta sentado en una terraza, que me entorpece la ruta y por si al perro paseo, que tenga grandes espcacios, que si no, me cabreo.



Midiendo terrazas de noche, en eso están los "locales". Que diré yo no que no valen para tan nocturna tarea mas no era esa mi idea de policiales trabajos, que puestos a pedir tajos, mejor vigilando las calles por si alguien, con desparpajo, dedica este momento para, sin perder el aliento, delinquir tan contento.



Y a cuento de todo esto, vienen los ubetenses que, aunque ustedes no lo piensen, más sibaritas estamos. Y de todo nos quejamos y un poco más lata damos. Nos estamos poco a poco cargando esto y, algún día, reventará por algún sitio y siempre, siempre, siempre en perjucio de todos. Que vayas a donde vayas, tantos problemas no encuentras, a difrutar de los días, que cada vez nos son menos.





En fin, una vez más, disculpen.

martes, 18 de agosto de 2009

Viajecito a Londres.



(La foto no es muy clarita pero me reconocerán fácilmente por el "brillillo" sobre la frente).

Que me han llevado ya para Londres y que ayer fue cuando me trajeron. Cuán grande este pueblo y con mucha gente, más gente que...........en la Yedra en verano (jeje).


Grande de espacios grandes, grande de monumentos y grande pero que muy muy grande, ese orgullo tan londinense que tienen. Orgullo de lo suyo y orgullo de lo de los demás.

Qué rubias, las rubias y qué blanquitas las rubias, y que rojos los pelirrojos, cuantísimo de raza hindú y los de la raza negra, te los encuentras como a manojos. De carácter cosmopolita, que en cuanto alguien pita infinitas razas aparecen. Detalle bueno que los pueblos grandes, más grandes los hacen y más crecen.

Que me ha gustado mucho, que muchas cosas he visto, que aunque poco tiempo he tenido, bien que lo he aprovechado. En cuanto a mis carencias bírricas mencionadas en el artículo anterior, no se preocupen ustedes que, aún no haciendo demasiado calor, el déficit ha sido repuesto y, además, con creces. Vamos, ¡qué hinchá de cerveza!

Por último comentarles que este viaje ha servido y mucho a perfeccionar y ampliar el diccionario de "inchinglish". Les pondré un claro ejemplo.

Nueve (nine) "naih".
Noche (night) "naih".
Cuchillo (knife) "naih".

"De noche le dío nueve cuchillás"

"Naih naih naih".

En breve les ofreceré la segunda edición del "inchinglish".

Y, poco más. Una ciudad digna de ver que les recomiendo.



(Ésta es espectacular, pero como nosotros tenemos otra pequeñica, para mí, muy bonica, sirva como muestra y como homenaje.)





domingo, 9 de agosto de 2009

Dos asuntos dos.

Pues sí, señores, dos asuntos voy a tratar de los que les dije había pendientes que son, por orden, el premio chache que se le concedió a la agrupación en la que me divierto en carnaval por una de las letras de maese Alises, Don Sergio, con el tipo del pasado año. El otro tema es el de la tan querida y añorada cerveza fresquita.




Estando fuera de Úbeda
llegóme buena noticia,
yo la creo con justicia
si no es así, ahí queda.

Que premiaron a los del Jero
por letras en sus coplillas
más, por si alguien no lo pilla
ser más correcto ahora quiero.

Y a la chirigota han premiado
por cuán bien se lo montaron
mas no se crean he olvidado
que quien escribió lo cantado
fue Ulises, que así es apodado,
Sergio, disculpe no estoy inspirado,
un homenaje sincero y claro
aunque quede muy acerelado,
dese usted por besado,
de buen rollo, no sea mal pensado.




Y postdateando un poco, regañar a quien o quienes escriben los artículos por relatar en su especial Premios Chache que de una comparsa se trata en lugar de chirigota. Una pequeña broma, muchas gracias.














Y otro tema les detallo
por estival convalecencia
de cerveza y su carencia
en un sin vivir me hallo.


Con los oídos taponados
me bañe muy felizmente
sin saber que, de repente,
el agua dentro se había infectado.


Y de otitis fui tratado
antibióticos sobre todo
¿cerveza? En ningún modo,
imagínense cuánto he pasado.


Una cerveza a lo sumo
me dijo muy serio el doctor
"si dijo una, serán dos",
grave error, no lo presumo.


Por tanto y por tantos días
y el tratamiento acabado
de cerveza enmonado,
pues me hinché, qué tontería.


Y la otitis surgío de nuevo
y aún sigo empastillado,
la cerveza no la he catado
y ya estoy hasta los......


¡Hay que rica la "cervecica"
en este tiempo, fresquita!
Lo juro, por santa Rita
que al sanar y si no me pica
me harto cerveza hasta en botica,
que no quiero serles llorica
ni me tomen por quejica
pero estos días que así llevo
y que cerveza fresquita no bebo
que ya no encruentro relevo
y.... muero porque no muero.



¡Hay qué ver lo que hace un domingo tranquilo! Discúlpenme ustedes, les juro que ya no escribo más hasta que no vuelva de Londres. Muchos saludos.

martes, 4 de agosto de 2009

Vacaciones



¡Hay que ver qué a gusto se está en la playa! Sobre todo, cuando en lugar de ir sólo, has de irte con veinte niñas atendiéndolas por todo. Que son tres las que yo tengo, pero tres que cuando piden, trescientas se me figuran, imaginen la locura, de helado, refresco y pulsera, con tatuaje bien combinado y cascabel en el tobillo, que ni con sinfónica orquesta ritmo alguno pillo por la variedad de artículos de puestos que existen, por la variedad de puestos cuan si de centro comercial se tratara y por la variedad de gustos que, de mis niñas he descubierto.

¿Vacaciones? ¡Anda ya! Vacaciones para ellas, para las niñas que han disfrutado muchísimo de aguas, de arenas, de chuches y demás peticiones, al fin y al cabo son niñas y ellas sí, de vacaciones. Mi señora, que la quiero, también ha disrfrutado y mucho, pues ellas es de las que les gusta de estos ambientes y mucho, sobretodo viendo cuánto disfrutaban con ellas mis hijas y viendo a mis hijas con ella, también en la lejanía del chiringuito, negárselo a ustedes no puedo, yo también lo he disfrutado.

Pero que odio el calor, que me han regalado estos días una otitis de caballo (literal así me lo dijo el médico) y que, encima, en mis días libres, de sueño no he disfrutado por el dolor. Unido todo esto a que la ingesta normal de cerveza que pretendía, por tomar los necesarios antibióticos, no he podido disfrutarla. Imagínense cuánto me gustan estos días veraniegos.

Pero en fin, por fortuna ya estoy aquí y con ganas de no salir por el momento, aunque solo sea un momento más fíjense que les cuento, la semana que viene vuelvo a irme a tierras y aguas londinenses, tres días, no se piensen que me voy para más tiempo y, hablando de tiempo, ¡voy a volver a ver llover y nubes! O al menos eso espero.

Hay muchos más temas que contarles pero, tiempo al tiempo, que voy con retraso y de juntarlo todo, paso, que luego pasa lo que pasa y viene lo que viene.

Ya les contaré a mi regreso.